lunes, junio 27, 2005

Yo y el sexo

Si mi intención fuese emular a Medem, este post se extendería más allá del límite de las palabras escritas, se dilatarían las imágenes sugeridas hasta perder el sentido y la razón de si mismo. Espero que no. Al menos, digo, no es mi intención. Pero está bien el título. Porque mi relación con mi sexo –no el órgano, sino el genérico que se refiere a las relaciones sexuales- podría casi encajarla o nivelarla con otras relaciones que tengo con otros tantos seres, externos, individuales, cuyos datos archivo en la memoria del móvil. Intrincada, sentida, visceral, emotiva, algo maquiavélica, muy pocas veces interesada y nunca, hasta la fecha, materialista.
A mi sexo comencé por tenerle recelo. En mi casa, por aquello de no saber cómo, postergaron tanto su presentación que finalmente nunca lo hicieron. Supongo que él, apurado, se acercó primero, yo ni quise darle la mano al principio, qué pavor. Así que él mismo hizo por mostrarse. Y fue tan mordaz que dudé bastante de que me quisiera realmente tener presente.
Pero el sexo no fue vengativo. Se le pasó. Y comenzó a ser amable, a mostrarse natural. Le abrí las puertas y le invité a pasar. Y debe ser el único inquilino que desde entonces, entra y sale, sin que le pregunte a cada paso a dónde va, con quién viene, si viene a cenar. No me intranquiliza, todo lo contrario: mi sexo, lejos de la muerte de mi ego, tal y como lo concebí –aunque fuera por falta de información- me hizo saberme más yo. “Tú eres quien eres”, vino a decir. Raro, si todos follamos más o menos igual. Pero es cierto, es tuyo, qué extraño, tuyo y no banal. Y posa de mil formas cuando lo contienes, y se muestra y engalana diferente por cada uno al que se ofrece. Es bonito el sexo, sea con pluma y algo snob o bien descarnado o bien natural. Son las mil formas nuestras que a veces no nos atrevemos a mostrar. Y qué orgullo ser diferente y al mismo tiempo, normal.

2 cosas que no pueden esperar...

At 10:59 a. m., Anonymous Anónimo me confesó que...

Pues a mí no me importaría que se dilatara, expandiera, creciera y se llenara de imágenes, sensaciones, experiencias y recuerdos deseados, total, ya que tu sexo es un poco independiente, ¿por qué no le das carrete y que vuele a su aire?

 
At 4:32 p. m., Blogger C* me confesó que...

¿es un consejo?... vaya. debería aprender a exteriorizar, o a gritar, o a escribir pancartas o algo así.

 

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