miércoles, mayo 25, 2005

Vivo en una espiral

A mi mamá esto no le hubiese extrañado. Podría hacer una lista de cosas que he comenzado y no he acabado jamás:

- Clases de patinaje
- Clases de judo
- Clases de natación
- Clases de atletismo
- Clases de flauta
- Curso de corte y confección
- Curso de relato breve
- Libros varios que ahora no podría recordar
- Un mantel de ganchillo (estuve a punto de terminarlo. Y ahí está ese mantel inacabado, que es peor)
- Un vestido negro
- Un par de pantalones
- Un fin de semana de meditación

Y ya, para hacerse una idea, es suficiente. Tampoco se trata de hundir mi mala reputación.
Pero en contra de lo que piensa mi madre, mi falta de constancia no es por que pierda interés por lo que estoy haciendo. O no es tanto eso. Es más bien que enseguida me interesan un montón de cosas más. Y en la cabeza se me monta tal guirigay, que tratar de organizarme me lleva directamente a la cama, huyendo de mi stress artificial.
A este blog le pasó un poco eso. Pero la cosa es que ninguna de mis aficiones olvidadas me había perseguido, cual zombi, para proclamar un par de defectos tremendos que ahora no quiero nombrar. Así pues, aunque no estoy preparada aún para entonar un mea culpa y prometer que nunca más, ya que soy una asesina compulsiva de buenas intenciones, voy a volver a intentarlo. A reconducirme. A rehabilitarme. A recuperarme. A reinsertarme. Otra vez.

0 cosas que no pueden esperar...

Publicar un comentario

<< Home


Web stats